miércoles, 1 de octubre de 2008

El bosque


Ajenos a lo que pasaba por la mente de Ileas, un grupo de hombres charlaban a la luz de la luna. Se encontraban en un bosque muy frondoso y la maleza los rodeaba con un aire amenazador. Uno de los hombres destacaba sobre el resto. Su estatura era sorprendente, cualquiera a su lado parecía una simple hormiga. Tenía unos rasgos muy marcados y avejentados, pero lo que más llamaba la atención eran sus ojos; unos ojos negros como el azabache y tan penetrantes que cualquiera se podría perder en ellos. Su aspecto lo convertía en un ser que irradiaba terror por todas sus partes.

Los demás miembros del grupo no parecían demasiado peculiares, únicamente resaltaba la gran cantidad de vello que cubría sus cuerpos. Todos parecían nerviosos, la intranquilidad y temor se apreciaba en el ambiente. En ese momento Centílope, el más alto de los hombres rompió el incómodo silencio:

- No debemos preocuparnos, sabéis que no tenemos nada que temer. La única persona que podría hacer fallar nuestro plan está en nuestras manos y nunca se convertirá en un peligro para nosotros. Le he encargado a Freudun que no bajara la guardia y lo vigilara muy de cerca.

- Sabes que no nos podemos confiar. Cada día noto en mayor medida que el poder del Elegido está aumentando a pasos agigantados. Debemos ser lo más prudentes posibles hasta que todo esto se acabe. Nada debe interrumpir nuestro trabajo.

- Tienes razón Raudonylos, no debemos confiarnos pero vamos a concentrarnos en lo realmente importante. Llevamos demasiado tiempo esperando el momento de nuestra venganza y ningún niñato nos lo va a impedir ahora.

Sumidos en su intensa conversación, ninguno de ellos advirtió una figura que se escondía entre los árboles. Su secreto no estaba a salvo.

2 comentarios:

Jota dijo...

Hola. Cuando nos haces la segunda entrega, estoy intrigado?

Un saludo

Jessk dijo...

ayayayayyayaya tio ke miedo, ke me da, aora aver kien va a 1 lugar sola XD, esta mu xuli, nos emos chao bikos